Talált 55 Eredmények: juró

  • amando Yahveh tu Dios, escuchando su voz, viviendo unido a él; pues en eso está tu vida, así como la prolongación de tus días mientras habites en la tierra que Yahveh juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 30, 20)

  • Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: «¡Se fuerte y valeroso!, tú entrarás con este pueblo en la tierra que Yahveh juró dar a sus padres, y tú se la darás en posesión. (Deuteronomio 31, 7)

  • Porque durante cuarenta años anduvieron los israelitas por el desierto, hasta que pereció toda la nación, los hombres salidos de Egipto útiles para la guerra. No obedecieron a la voz de Yahveh y Yahveh les juró que no les dejaría ver la tierra que había prometido a sus padres que nos daría, tierra que mana leche y miel. (Josué 5, 6)

  • Aquel día Moisés hizo este juramento: "Te juro que la tierra que ha hollado tu pie será heredad tuya y de tus hijos para siempre. Porque has sido fiel a Yahveh mi Dios." (Josué 14, 9)

  • Por esto juro a la casa de Elí que ni sacrificio ni oblación expiarán jamás la iniquidad de la casa de Elí.» (I Samuel 3, 14)

  • Escuchó Saúl las palabras de Jonatán y juró: «¡Vive Yahveh!, no morirá.» (I Samuel 19, 6)

  • Dijo Jonatán a David: «Por Yahveh, Dios de Israel, te juro que mañana a esta misma hora sondearé a mi padre; si la cosa se pone bien para David y no envío quien te lo haga saber, (I Samuel 20, 12)

  • Juró de nuevo Jonatán a David por el amor que le tenía, pues le amaba como a sí mismo. (I Samuel 20, 17)

  • David se lo juró a Saúl. Saúl se fue a su casa y David y sus hombres subieron al refugio. (I Samuel 24, 23)

  • Saúl juró por Yahveh diciendo: «¡Vive Yahveh! Ningún castigo te vendrá por este hecho.» (I Samuel 28, 10)

  • Fue todo el pueblo y, siendo aún de día, rogaban a David que comiese, pero David juró: «Esto me haga Dios y esto me añada, si pruebo el pan o cualquiera otra cosa antes de ponerse el sol.» (II Samuel 3, 35)

  • Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus servidores, porque por Yahveh te juro que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un hombre, y esto sería para ti mayor calamidad que cuantas vinieron sobre ti desde tu juventud hasta hoy.» (II Samuel 19, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina