Talált 412 Eredmények: hermano

  • Si tienes un criado, trátale como hermano, porque has menester de él como de ti mismo. (Eclesiástico 33, 32)

  • Exaltó a Aarón, un santo semejante a éste, su hermano, de la tribu de Leví. (Eclesiástico 45, 6)

  • Pues agarrará uno a su hermano al de su mismo apellido, diciéndole: «Túnica gastas: príncipe nuestro seas, toma a tu cargo esta ruina.» (Isaías 3, 6)

  • Por el arrebato de Yahveh la tierra ha sido quemada, y es el pueblo como pasto de fuego; nadie tiene piedad de su hermano, (Isaías 9, 18)

  • Revolveré a egipcios contra egipcios, peleará cada cual con su hermano, y cada uno con su compañero, ciudad contra ciudad, reino contra reino. (Isaías 19, 2)

  • ¡Que cada cual se guarde de su prójimo!, ¡desconfiad de cualquier hermano!, porque todo hermano pone la zancadilla, y todo prójimo propala la calumnia. (Jeremías 9, 3)

  • y los estrellaré, a cada cual contra su hermano, padres e hijos a una - oráculo de Yahveh - sin que piedad, compasión y lástima me quiten de destruirlos.» (Jeremías 13, 14)

  • Por tanto, así dice Yahveh respecto a Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá: No plañirán por él: «¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!»; no plañirán por él: «¡Ay Señor!, ¡ay su Majestad!» (Jeremías 22, 18)

  • Así os diréis cada uno a su prójimo, y cada uno a su hermano: «¿Qué ha respondido Yahveh?, ¿qué ha dicho Yahveh?» (Jeremías 23, 35)

  • a todos los reyes del norte, los próximos y los remotos, cada uno con su hermano, y a todos los reinos que hay sobre la haz de la tierra. (Y el rey de Sesak beberá después de ellos.) (Jeremías 25, 26)

  • Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: «Conoced a Yahveh», pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande - - oráculo de Yahveh - cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme. (Jeremías 31, 34)

  • en orden a dejar cada uno a su siervo o esclava hebreos libres dándoles la libertad de suerte que ningún judío fuera siervo de su hermano. (Jeremías 34, 9)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina