Talált 216 Eredmények: ellas

  • En el año catorce del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. (II Reyes 18, 13)

  • Y en manos de los hijos de Manasés estaban Bet Seán y sus aldeas anejas, Tanak y sus aldeas, Meguiddó y sus aldeas, Dor y sus aldeas. En ellas habitaron los hijos de José, hijo de Israel. (I Crónicas 7, 29)

  • Viendo todos los hombres de Israel, que estaban en el valle, que las tropas de Israel se daban a la fuga y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas. (I Crónicas 10, 7)

  • «Anda y di a David: Así dice Yahveh: Tres cosas te propongo; elige una de ellas y la llevaré a cabo.» (I Crónicas 21, 10)

  • Hizo diez pilas para las abluciones y colocó cinco de ellas a la derecha y cinco a la izquierda para lavar en ellas lo que se ofrecía en holocausto. El Mar era para las abluciones de los sacerdotes. (II Crónicas 4, 6)

  • Reforzó las fortificaciones y puso en ellas comandantes y provisiones de víveres, de aceite y vino. (II Crónicas 11, 11)

  • Batieron todas las ciudades de los alrededores de Guerar, porque el terror de Yahveh cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, pues había en ellas gran botín. (II Crónicas 14, 13)

  • Hagamos alianza con nuestro Dios de despedir a todas las mujeres extranjeras y a los hijos nacidos de ellas, conforme al consejo de mi señor y de los temerosos de los mandamientos de nuestro Dios. Hágase según la Ley. (Esdras 10, 3)

  • Toda la asamblea, los que habían vuelto del cautiverio, construyó cabañas y habitó en ellas - cosa que los israelitas no habían hecho desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta aquel día - y hubo gran regocijo. (Nehemías 8, 17)

  • Confesadle, hijos de Israel, ante todas las gentes, porque él os dispersó entre ellas (Tobías 13, 3)

  • También nuestras ciudades y los que las habitan son siervos tuyos. Ven, dirígete a ellas y haz lo que te parezca bien.» (Judit 3, 4)

  • y ocuparon con tiempo todas las alturas de las montañas más elevadas, fortificaron los poblados que había en ellas e hicieron provisiones con vistas a la guerra, pues tenían reciente la cosecha de los campos. (Judit 4, 5)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina