Talált 64 Eredmények: desolación

  • Edom parará en desolación: todo el que pase a su vera se asombrará y silbará al ver todas sus heridas. (Jeremías 49, 17)

  • Y vendrá a ser Jasor guarida de chacales, desolación sempiterna, donde no se asienta nadie y en la que no reside ser humano. (Jeremías 49, 33)

  • Porque subió contra ella una gente del norte, que va a convertir su territorio en desolación, y no habrá en él habitante. Tanto personas como bestias emigraron, se fueron. (Jeremías 50, 3)

  • No tomarán de ti piedra angular ni piedra de cimientos, porque desolación por siempre serás - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 51, 26)

  • Y retiembla la tierra, y da vueltas, por haberse cumplido contra Babilonia los planes de Yahveh, de convertir la tierra de Babel en desolación sin habitantes. (Jeremías 51, 29)

  • Terror y fosa es nuestra suerte, desolación y ruina. (Lamentaciones 3, 47)

  • Pues como se alegró de tu caída y de tu ruina se regocijó, así se afligirá por su desolación. (Baruc 4, 33)

  • El rey estará en duelo, el príncipe hundido en la desolación, las manos del pueblo de la tierra temblarán. Yo los trataré según su conducta, los juzgaré según sus juicios, y sabrán que yo soy Yahveh. (Ezequiel 7, 27)

  • Las ciudades populosas serán destruidas y esta tierra se convertirá en desolación; y sabréis que yo soy Yahveh. (Ezequiel 12, 20)

  • Si yo suelto las bestias feroces contra ese país para privarle de sus hijos y convertirle en una desolación por donde nadie pase a causa de las bestias, (Ezequiel 14, 15)

  • y en ese país se hallan esos tres hombres: por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que ni hijos ni hijas podrán salvar; sólo se salvarán a sí mismos, pero el país quedará convertido en desolación. (Ezequiel 14, 16)

  • Convertiré esta tierra en desolación, porque han cometido infidelidad, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 15, 8)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina