Talált 158 Eredmények: descanso en el séptimo día
El día séptimo, vino el rey a llorar a Daniel; se acercó al foso, miró, y he aquí que Daniel estaba allí sentado. (Daniel 14, 40)
El año segundo del rey Darío, el día veintiuno del séptimo mes, fue dirigida la palabra de Yahveh, por medio del profeta Ageo, en estos términos: (Ageo 2, 1)
Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes y di: «Cuando habéis ayunado y plañido, en el quinto y séptimo mes, y esto durante setenta años, ¿habéis ayunado de verdad por mí? (Zacarías 7, 5)
«Así dice Yahveh Sebaot: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Judá en regocijo, alegría y faustas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz.» (Zacarías 8, 19)
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. (Mateo 11, 28)
Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. (Mateo 11, 29)
Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. (Juan 11, 13)
El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies. Dice el Señor: ¿Qué Casa me edificaréis? O ¿cuál será el lugar de mi descanso? (Hechos 7, 49)
y a vosotros, los atribulados, con el descanso junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, (II Tesalonicenses 1, 7)
Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! (Hebreos 3, 11)
Y ¿a quiénes juró que no entrarían en su descanso sino a los que desobedecieron? (Hebreos 3, 18)
Temamos, pues; no sea que, permaneciendo aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros parezca llegar rezagado. (Hebreos 4, 1)
