Talált 56 Eredmények: cumplido

  • Todo lo que ordena el Dios del cielo, debe ser cumplido con celo para la Casa del Dios del cielo, a fin de que la Cólera no caiga sobre el reino del rey y de sus hijos. (Esdras 7, 23)

  • Pero cierto es, Señor, que todas tus sentencias a la verdad responden cuando me tratas según mis pecados y los de mis padres; porque no hemos cumplido tus mandatos, y no hemos caminado en la verdad delante de ti. (Tobías 3, 5)

  • No intentéis averiguar lo que quiero hacer, pues no lo diré hasta no haberlo cumplido.» (Judit 8, 34)

  • Cumplido aquel plazo, ofreció el rey a todos los que se hallaban en la ciudadela de Susa, desde el mayor al más pequeño, un banquete de siete días en el patio del jardín del palacio real. (Ester 1, 5)

  • y estas dos suertes se han cumplido en la hora, ocasión y día determinados en presencia de Dios y de todos los pueblos. (Ester 10, 11)

  • Acércate, pues, el primero y cumple la orden del rey, como la han cumplido todas las naciones, los notables de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Entonces tú y tus hijos seréis contados entre los amigos del rey, y os veréis honrados, tú y tus hijos, con plata, oro y muchas dádivas.» (I Macabeos 2, 18)

  • Trajeron los ornamentos sacerdotales, las primicias y los diezmos, e hicieron comparecer a los nazireos que habían cumplido el tiempo de su voto. (I Macabeos 3, 49)

  • «Tenía que ofrecer un sacrificio de comunión y hoy he cumplido mi voto; (Proverbios 7, 14)

  • Espera prolongada enferma el corazón; árbol de vida es el deseo cumplido. (Proverbios 13, 12)

  • Deseo cumplido, dulzura para el alma, los necios detestan abandonar el mal. (Proverbios 13, 19)

  • Cuando hayas cumplido todo tu menester, tomo asiento, para que con ellos te alegres, y por tu acierto recibas la corona. (Eclesiástico 32, 2)

  • Hablad al corazón de Jerusalén y decidle bien alto que ya ha cumplido su milicia, ya ha satisfecho por su culpa, pues ha recibido de mano de Yahveh castigo doble por todos sus pecados. (Isaías 40, 2)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina