Talált 379 Eredmények: comida en el desierto

  • La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado. Será comida en lugar santo, en el atrio de la Tienda del Encuentro. (Levítico 6, 19)

  • que Yahveh prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó a los israelitas que presentaran sus ofrendas a Yahveh en el desierto del Sinaí. (Levítico 7, 38)

  • El macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte «para Azazel», lo colocará vivo delante de Yahveh para hacer sobre él la expiación y echarlo al desierto, para Azazel. (Levítico 16, 10)

  • Imponiendo ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo hará confesión sobre él de todas las iniquidades de los israelitas y de todas las rebeldías en todos los pecados de ellos y cargándolas sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre dispuesto para ello. (Levítico 16, 21)

  • Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos, hacia una tierra árida; y soltará el macho cabrío en el desierto. (Levítico 16, 22)

  • Yahveh habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en la Tienda del Encuentro, el día primero del mes segundo, el año segundo de la salida de Egipto. Les dijo: (Números 1, 1)

  • Tal como Yahveh se lo había mandado, les pasó revista Moisés en el desierto del Sinaí. (Números 1, 19)

  • Nadab y Abihú murieron delante de Yahveh, al presentar un fuego profano delante de Yahveh en el desierto del Sinaí. Como no tenían hijos, fueron Eleazar e Itamar los que ejercieron el sacerdocio en presencia de su padre Aarón. (Números 3, 4)

  • Habló Yahveh a Moisés en el desierto del Sinaí. Le dijo: (Números 3, 14)

  • Habló Yahveh a Moisés, en el desierto del Sinaí, el año segundo de la salida de Egipto, el mes primero, y le dijo: (Números 9, 1)

  • La celebraron en el desierto del Sinaí, el primer mes, el día catorce del mes, entre dos luces. Según había mandado Yahveh a Moisés lo hicieron los israelitas. (Números 9, 5)

  • y los israelitas partieron, en orden de marcha, del desierto del Sinaí. La nube se detuvo en el desierto de Parán. (Números 10, 12)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina