Talált 81 Eredmények: cabezas
Y en sus templos los sacerdotes se están sentados, con las túnicas desgarradas, las cabezas y las barbas rapadas y la cabeza descubierta; (Baruc 6, 30)
Sobre las cabezas del ser había una forma de bóveda resplandeciente como el cristal, extendida por encima de sus cabezas, (Ezequiel 1, 22)
Por encima de la bóveda que estaba sobre sus cabezas, había algo como una piedra de zafiro en forma de trono, y sobre esta forma de trono, por encima, en lo más alto, una figura de apariencia humana. (Ezequiel 1, 26)
Se ceñirán ellos de sayal, un escalofrío los invadirá. En todos los rostros la vergüenza, todas las cabezas rasuradas. (Ezequiel 7, 18)
Dirás: Así dice el Señor Yahveh: ¡Ay de aquellas que cosen bandas para todos los puños, que hacen velos para cabezas de todas las tallas, con ánimo de atrapar a las almas! Vosotras atrapáis a las almas de mi pueblo, ¿y vais a asegurar la vida de vuestras propias almas? (Ezequiel 13, 18)
con cinto en las caderas y amplios turbantes en sus cabezas, con aspecto de escuderos todos ellos, que representaban a los babilonios, caldeos de origen, (Ezequiel 23, 15)
Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha emprendido con su ejército grandes movimientos contra Tiro. Todas las cabezas han quedado peladas y todas las espaldas llagadas, pero no ha obtenido de Tiro, ni para sí ni para su ejército, ningún provecho de la empresa acometida contra ella. (Ezequiel 29, 18)
Después, yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo con cuatro alas de ave en su dorso; la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio el dominio. (Daniel 7, 6)
Trocaré en duelo vuestra fiesta, y en elegía todas vuestras canciones; en todos los lomos pondré sayal y tonsura en todas las cabezas; lo haré como duelo de hijo único y su final como día de amargura. (Amós 8, 10)
Ellos expusieron sus cabezas para salvarme. Y no soy solo en agradecérselo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad; (Romanos 16, 4)
Vi veinticuatro tronos alrededor del trono, y sentados en los tronos, a veinticuatro Ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas. (Apocalipsis 4, 4)
La apariencia de estas langostas era parecida a caballos preparados para la guerra; sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro; sus rostros eran como rostros humanos; (Apocalipsis 9, 7)