Talált 61 Eredmények: Ungido
Jehú se levantó y entró en la casa; el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo: «Así habla Yahveh, Dios de Israel: Te he ungido rey del pueblo de Yahveh, de Israel. (II Reyes 9, 6)
Dijeron: «No es verdad. Dínoslo.» Replicó «Esto y esto me ha dicho: Así dice Yahveh: Te he ungido rey de Israel.» (II Reyes 9, 12)
Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos en su busca. Lo supo David y les salió al paso. (I Crónicas 14, 8)
Yahveh, Dios mío, no rehaces el rostro de tu Ungido; acuérdate de las misericordias otorgadas a David tu siervo.» (II Crónicas 6, 42)
esta visita a Joram vino de Dios para ruina de Ocozías; pues llegado allí, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsí, a quien Yahveh había ungido para exterminar la casa de Ajab. (II Crónicas 22, 7)
Se yerguen los reyes de la tierra, los caudillos conspiran aliados contra Yahveh y contra su Ungido: (Salmos 2, 2)
El hace grandes las victorias de su rey y muestra su amor a su ungido, a David y a su linaje para siempre. (Salmos 18, 51)
Ahora conozco que Yahveh dará la salvación a su ungido; desde su santo cielo le responderá con las proezas victoriosas de su diestra. (Salmos 20, 7)
Yahveh, fuerza de su pueblo, fortaleza de salvación para su ungido. (Salmos 28, 8)
tú amas la justicia y odias la impiedad. Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros; (Salmos 45, 8)
Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu ungido. (Salmos 84, 10)
«He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido; (Salmos 89, 21)