Talált 81 Eredmények: Seas
Hijo, por un muerto lágrimas derrama, como quien sufre cruelmente, entona la lamentación; según el ceremonial entierra su cadáver y no seas negligente con su sepultura. (Eclesiástico 38, 16)
Pues agarrará uno a su hermano al de su mismo apellido, diciéndole: «Túnica gastas: príncipe nuestro seas, toma a tu cargo esta ruina.» (Isaías 3, 6)
«Toma el arpa, rodea la ciudad, ramera olvidada: tócala bien, canta a más y mejor, para que seas recordada.» (Isaías 23, 16)
«Poco es que seas mi siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob, y de hacer volver los preservados de Israel. Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.» (Isaías 49, 6)
- Limpia de malicia tu corazón, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo durarán en ti tus pensamientos torcidos? (Jeremías 4, 14)
No seas para mí espanto, ¡oh tú, mi amparo en el día aciago! (Jeremías 17, 17)
¿Serás acaso rey porque seas un apasionado del cedro? Tu padre, ¿no comía y bebía? - «También hizo justicia y equidad.» - Pues mejor para él. (Jeremías 22, 15)
«Y tú, hijo de hombre, esucha lo que voy a decirte, no seas rebelde como esa casa de rebeldía. Abre la boca y come lo que te voy a dar.» (Ezequiel 2, 8)
«Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, digno de loor, y tu nombre sea glorificado eternamente. (Daniel 3, 26)
«Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, loado, exaltado eternamente. Bendito el santo nombre de tu gloria, loado, exaltado eternamente. (Daniel 3, 52)
Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente. (Daniel 3, 53)
Bendito seas en el trono de tu reino, cantado, exaltado eternamente. (Daniel 3, 54)