Talált 1232 Eredmények: Saúl intenta matar a David

  • Saúl estaba situado en el límite de Gueba, bajo el granado que está cerca de la era, y las gentes que estaban con él eran como unos seiscientos hombres. (I Samuel 14, 2)

  • Los escuchas de Saúl que estaban en Gueba de Benjamín vieron que el campamento se agitaba de un lado para otro, (I Samuel 14, 16)

  • y Saúl dijo a las tropas que estaban con él: «Pasad revista y ved quién se ha marchado de los nuestros.» Se pasó revista y vieron que faltaban Jonatán y su escudero. (I Samuel 14, 17)

  • Entonces Saúl dijo a Ajías: «Trae el efod», porque este era el que llevaba el efod en presencia de Israel. (I Samuel 14, 18)

  • Pero mientras Saúl hablaba al sacerdote, el tumulto del campamento filisteo iba creciendo y Saúl dijo al sacerdote: «Retira tu mano.» (I Samuel 14, 19)

  • Saúl y toda la tropa que estaba con él se reunieron y llegaron al campo de batalla, y he aquí que la espada de cada uno se volvía contra el otro, ¡un enorme desconcierto! (I Samuel 14, 20)

  • Los hebreos que de antes estaban al servicio de los filisteos y que habían subido con ellos al campamento, también desertaron y se pasaron a los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. (I Samuel 14, 21)

  • Los hombres de Israel estaban en gran apuro aquel día y Saúl pronunció una imprecación sobre el pueblo: «Maldito el hombre que coma algo antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo probó bocado. (I Samuel 14, 24)

  • Avisaron a Saúl: «El pueblo está pecando contra Yahveh comiendo la sangre.» El entonces dijo: «Habéis sido infieles. Rodadme hasta aquí una piedra grande.» (I Samuel 14, 33)

  • Alzó Saúl un altar a Yahveh; este fue el primer altar que edificó. (I Samuel 14, 35)

  • Saúl dijo: «Bajemos durante la noche en persecución de los filisteos y saqueémoslos hasta el amanecer; no dejaremos ni un solo hombre.» Le respondieron: «Haz lo que mejor te parezca.» Pero el sacerdote dijo: «Acerquémonos aquí a Dios.» (I Samuel 14, 36)

  • Consultó Saúl a Dios: «¿Bajaré en persecución de los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?» Pero no respondió en aquella ocasión. (I Samuel 14, 37)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina