Talált 28 Eredmények: Manifestado

  • Por haberme sido infiel en medio de los israelitas, en las aguas de Meribá Cadés, en el desierto de Sin, por no haber manifestado mi santidad en medio de los israelitas, (Deuteronomio 32, 51)

  • La mujer fue a decírselo a su marido: «Un hombre de Dios ha venido donde mí; su aspecto era como el del Angel de Dios, muy terrible. No le he preguntado de dónde venía ni él me ha manifestado su nombre. (Jueces 13, 6)

  • Llegó donde el hombre de Dios, al monte, y se abrazó a sus pies; se acercó Guejazí para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala, porque su alma está en amargura y Yahveh me lo ha ocultado y no me lo ha manifestado.» (II Reyes 4, 27)

  • Empezó, pues, Salomón a edificar la Casa de Yahveh en Jerusalén, en el monte Moria, donde Dios se había manifestado a su padre David, en el lugar donde David había hecho los preparativos, en la era de Ornán el jebuseo. (II Crónicas 3, 1)

  • «Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros nada. Ya os he manifestado que es bueno mantener oculto el secreto del rey y que también es bueno publicar las obras gloriosas de Dios. (Tobías 12, 11)

  • Y como se lo repitieran día tras día y él no les hiciera caso, se lo comunicaron a Amán, para ver si Mardoqueo persistía en su palabra, pues les había manifestado que él era judío. (Ester 3, 4)

  • Menelao nos ha manifestado vuestro deseo de volver a vuestros hogares. (II Macabeos 11, 29)

  • Todos entonces levantaron hacia el cielo sus bendiciones en honor del Señor que se les había manifestado, diciendo: «Bendito el que ha conservado puro su Lugar Santo.» (II Macabeos 15, 34)

  • Y me dijo Yahveh: Más justa se ha manifestado Israel, la apóstata, que Judá, la pérfida. (Jeremías 3, 11)

  • ¡Oh Yahveh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el corazón!, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he manifestado mi causa. (Jeremías 11, 20)

  • Pero tuve consideración a mi nombre y procedí de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones entre las que ellos se encontraban, y a la vista de las cuales me había manifestado a ellos, sacándolos del país de Egipto. (Ezequiel 20, 9)

  • Aquellos hombres temieron mucho y le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?» Pues supieron los hombres que iba huyendo lejos de Yahveh por lo que él había manifestado. (Jonás 1, 10)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina