Talált 3673 Eredmények: Les
encargándolles: «Diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Fui a pasar una temporada con Labán, y me he demorado hasta hoy. (Génesis 32, 5)
y repartíendolo en manadas independientes, los confió a sus siervos y les dijo: «Pasad delante de mí, dejando espacio entre manada y manada.» (Génesis 32, 17)
Les tomó y les hizo pasar el río, e hizo pasar también todo lo que tenía. (Génesis 32, 24)
y él se les adelantó y se inclinó en tierra siete veces, hasta llegar donde su hermano. (Génesis 33, 3)
Los hijos de Jacob volvieron del campo al oírlo, y se indignaron los hombres y les dio mucha rabia la afrenta hecha por Siquem acostándose con la hija de Jacob: «Eso no se hace.» (Génesis 34, 7)
Jamor y su hijo Siquem vinieron a la puerta de su ciudad y hablaron a todos sus conciudadanos diciéndoles: (Génesis 34, 20)
«Estos hombres nos vienen en son de paz. Que se queden en el país y a circulen libremente, pues y a veis que pueden disponer de tierra espaciosa. Tomemos a sus hijas por mujeres y démosles las nuestras. (Génesis 34, 21)
Los hijos de Sibeón: Ayyá y Aná. Este es el mismo Aná que encontró las aguas termales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de su padre Sibeón. (Génesis 36, 24)
Les dijo: «Oíd el sueño que he tenido. (Génesis 37, 6)
Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Díjoles: «He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclanaban ante mí.» (Génesis 37, 9)
El hombre le dijo: «Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."» José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán. (Génesis 37, 17)
Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarle, (Génesis 37, 18)