Talált 813 Eredmények: Judá

  • Entonces él se volvió donde Judá y dijo: «No la he encontrado; y los mismos lugareños me han dicho que allí no ha habido ninguna ramera.» (Génesis 38, 22)

  • «Pues que se quede con ello - dijo Judá -; que nadie se burle de nosotros. Ya ves cómo he enviado ese cabrito, y tú no la has encontrado.» (Génesis 38, 23)

  • Ahora bien, como a los tres meses aproximadamente, Judá recibió este aviso: «Tu nuera Tamar ha fornicado, y lo que es más, ha quedado encinta a consecuencia de ello.» Dijo Judá: «Sacadla y que sea quemada.» (Génesis 38, 24)

  • Judá lo reconoció y dijo: «Ella tiene más razón que yo, porque la verdad es que no la he dado por mujer a mi hijo Selá.» Y nunca más volvió a tener trato con ella. (Génesis 38, 26)

  • Judá le dijo: «Bien claro nos dio a entender aquel hombre que no veríamos su rostro si no estaba con nosotros nuestro hermano. (Génesis 43, 3)

  • Dijo Judá a su padre Israel: «Deja ir al chico conmigo; deja que vayamos para vivir y no morir ni nosotros, ni tú, ni nuestros pequeños. (Génesis 43, 8)

  • Judá y sus hermanos entraron a casa de José, que todavía estaba allí, y cayeron rostro en tierra. (Génesis 44, 14)

  • Judá dijo: «¿Qué vamos a decir al señor, qué vamos a hablar, qué excusa vamos a dar? Dios ha hallado culpables a sus siervos, y henos aquí como esclavos de nuestro señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder ha aparecido la copa.» (Génesis 44, 16)

  • Entonces se le acercó Judá y le dijo: «Con permiso, señor, tu siervo va a pronunciar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como el mismo Faraón. (Génesis 44, 18)

  • los hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Peres y Zéraj, (¡pero Er y Onán ya habían muerto en Canaán!) y los hijos de Peres: Jesrón y Jamul; (Génesis 46, 12)

  • Israel mandó a Judá por delante a donde José, para que éste le precediera a Gosen: y llegaron al país de Gosen. (Génesis 46, 28)

  • A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; inclínense a ti los hijos de tu padre. (Génesis 49, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina