Talált 2384 Eredmények: Ira
Así dice Yahveh: En esto conoceras que yo soy Yahveh: Mira que voy a golpear con el cayado que tengo en la mano las aguas del Río, y se convertirán en sangre. (Exodo 7, 17)
Los peces del Río morirán, y el Río quedará apestado de modo que los egipcios no podrán ya beber agua del Río.» (Exodo 7, 18)
Yahveh dijo a Moisés: «Di a Aarón: Toma tu cayado, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Se convertirán en sangre; y habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los árboles y la piedras.» (Exodo 7, 19)
El Río bullirá de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. (Exodo 7, 28)
Subirán la ranas sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos.» (Exodo 7, 29)
Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de Egipto.» (Exodo 8, 12)
Si no dejas salir a mi pueblo, mira que voy a enviar tábanos contra ti, contra tus siervos, tu pueblo y tus casas, de manera que las casas de los egipcios y hasta el suelo sobre el cual están se llenarán de tábanos. (Exodo 8, 17)
mira que la mano de Yahveh caerá sobre tus ganados del campo, sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre la vacadas y sobre las ovejas; habrá una grandísima peste. (Exodo 9, 3)
se convertirá en polvo fino sobre todo el territorio de Egipto, y formará erupciones pustulosas, en hombres y ganados, por toda la tierra de Egipto.» (Exodo 9, 9)
Pues mira que mañana, a esta hora, haré llover una granizada tan fuerte, como no hubo otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta el presente. (Exodo 9, 18)
Fueron, pues, Moisés y Aarón donde Faraón y le dijeron: «Así dice Yahveh, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te resistirás a humillarte ante mí? Deja salir a mi pueblo para que me dé culto. (Exodo 10, 3)
Si te niegas a dejar salir a mi pueblo, mira que mañana traeré langostas sobre tu territorio; (Exodo 10, 4)