Talált 191 Eredmények: Fuerte

  • Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres. (I Corintios 1, 25)

  • Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. (I Corintios 1, 27)

  • Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte. (II Corintios 12, 10)

  • Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; (II Timoteo 2, 1)

  • Y vi a un Angel poderoso que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y soltar sus sellos?» (Apocalipsis 5, 2)

  • y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» (Apocalipsis 5, 12)

  • Se pusieron a gritar con fuerte voz: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?» (Apocalipsis 6, 10)

  • y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte; (Apocalipsis 6, 13)

  • Luego vi a otro Angel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Angeles a quienes se había encomendado causar daño a la tierra y al mar: (Apocalipsis 7, 2)

  • Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.» (Apocalipsis 7, 10)

  • Y seguí viendo: Oí un Aguila que volaba por lo alto del cielo y decía con fuerte voz: «¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra, cuando suenen las voces que quedan de las trompetas de los tres Angeles que van a tocar!» (Apocalipsis 8, 13)

  • y gritó con fuerte voz, como ruge el león. Y cuando gritó, siete truenos hicieron oír su fragor. (Apocalipsis 10, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina