Talált 39 Eredmények: Envía

  • El replicó: «Por favor, envía a quien quieras.» (Exodo 4, 13)

  • «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna, para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas. Que sean todos principales entre ellos.» (Números 13, 2)

  • Entonces Yahveh se volvió hacia él y dijo: «Vete con esa fuerza que tienes y salvarás a Israel de la mano de Madián. ¿No soy yo el que te envía?» (Jueces 6, 14)

  • Llegaron los mensajeros de David a casa de Abigaíl en Carmelo y le hablaron diciendo: «David nos envía a ti para tomarte por mujer.» (I Samuel 25, 40)

  • dijeron los jefes de los ammonitas a Janún, su señor: «¿Acaso David te envía a consolar porque quiere hacer honor a tu padre ante tus ojos? ¿No te ha enviado David sus siervos para espiar la ciudad, explorarla y destruirla?» (II Samuel 10, 3)

  • Llegó Gad donde David y le anunció: «¿Qué quieres que te venga, tres años de gran hambre en tu país, tres meses de derrotas ante tus enemigos y que te persigan, o tres días de peste en tu tierra? Ahora piensa y mira qué debo responder al que me envía.» (II Samuel 24, 13)

  • escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu siervo y de tu pueblo Israel, pues les enseñarás el camino bueno por el que deberán andar, y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo en herencia. (I Reyes 8, 36)

  • Pero ahora, envía a reunir junto a mí a todo Israel en el monte Carmelo, y a los 450 profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel.» (I Reyes 18, 19)

  • Dijo Elías a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Betel.» Eliseo dijo: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré.» Y bajaron a Betel. (II Reyes 2, 2)

  • Elías dijo a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Jericó.» Pero él respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré», y siguieron hacia Jericó. (II Reyes 2, 4)

  • Le dijo Elías: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía al Jordán.» Respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma que no te dejaré», y fueron los dos. (II Reyes 2, 6)

  • Respondió: «Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos jovenes de la montaña de Efraím, de la comunidad de los profetas; dame, por favor, para ellos un talento de plata y dos vestidos de fiesta.» (II Reyes 5, 22)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina