Talált 1152 Eredmények: David y el arca

  • El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, (Marcos 2, 25)

  • Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!» (Marcos 10, 47)

  • Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Marcos 10, 48)

  • ¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» (Marcos 11, 10)

  • Jesús, tomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? (Marcos 12, 35)

  • David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. (Marcos 12, 36)

  • El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?» La muchedumbre le oía con agrado. (Marcos 12, 37)

  • Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. (Marcos 12, 41)

  • Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: «Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. (Marcos 12, 43)

  • a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. (Lucas 1, 27)

  • El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; (Lucas 1, 32)

  • y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, (Lucas 1, 69)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina