Talált 1148 Eredmények: Alegría de David
El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; (Mateo 13, 20)
«El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.» (Mateo 13, 44)
En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.» (Mateo 15, 22)
Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas. (Mateo 18, 13)
En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al enterarse que Jesús pasaba, se pusieron a gritar: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» (Mateo 20, 30)
La gente les increpó para que se callaran, pero ellos gritaron más fuerte: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» (Mateo 20, 31)
Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» (Mateo 21, 9)
Mas los sumos sacerdotes y los escribas, al ver los milagros que había hecho y a los niños que gritaban en el Templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron (Mateo 21, 15)
«¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?» Dícenle: «De David.» (Mateo 22, 42)
Díceles: «Pues ¿cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor, cuando dice: (Mateo 22, 43)
Si, pues, David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» (Mateo 22, 45)
El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, (Marcos 2, 25)