Talált 519 Eredmények: 70 años de cautiverio
El rey del Norte volverá a la carga después de movilizar una multitud más numerosa que la primera, y al cabo de algunos años irrumpirá con un gran ejército y abundante aparato. (Daniel 11, 13)
¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y densa niebla! Como la aurora sobre los montes se despliega un pueblo numeroso y fuerte, como jamás hubo otro, ni lo habrá después de él en años de generación en generación. (Joel 2, 2)
«Yo os compensaré de los años en que os devoraron la langosta y el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército, que contra vosotros envié.» (Joel 2, 25)
Palabras de Amós, uno de los pastores de Técoa. Visiones que tuvo acerca de Israel, en tiempo de Ozías, rey de Judá, y en tiempo de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. (Amós 1, 1)
y su rey irá al cautiverio, juntamente con sus príncipes, dice Yahveh. (Amós 1, 15)
Y yo os hice subir a vosotros del país de Egipto y os llevé por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo. (Amós 2, 10)
¿Acaso sacrificios y oblaciones en el desierto me ofrecisteis, durante cuarenta años, casa de Israel? (Amós 5, 25)
Por eso, ahora van a ir al cautiverio a la cabeza de los cautivos y cesará la orgía de los sibaritas. (Amós 6, 7)
si van al cautiverio delante de sus enemigos, allí ordenaré a la espada que los mate; pondré en ellos mis ojos para mal y no para bien. (Amós 9, 4)
También ella fue al destierro, al cautiverio partió, también sus niños fueron estrellados en el cruce de todas las calles; se echaron suertes sobre sus notables, y todos sus grandes fueron aherrojados con cadenas. (Nahún 3, 10)
¡Yahveh, he oído tu fama, tu obra venero, Yahveh! ¡En medio de los años hazla revivir en medio de los años dala a conocer, aun en la ira acuérdate de tener compasión! (Habacuc 3, 2)
Y será la liga del mar para el Resto de la casa de Judá: allí llevarán a pacer, en las casas de Ascalón reposarán a la tarde, cuando los visite Yahveh su Dios, y los vuelva de su cautiverio. (Sofonías 2, 7)