Talált 3505 Eredmények: �Como
El respondió: «¿Quién te ha puesto de jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso estás pensando en matarme como mataste al egipcio?» Moisés, lleno de temor, se dijo: «La cosa ciertamente se sabe.» (Exodo 2, 14)
Al volver ellas a donde su padre Reuel, éste les dijo: «Cómo es que venís hoy tan pronto?» (Exodo 2, 18)
Preguntó entonces a sus hijas: «¿Y dónde está? ¿Cómo así habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.» (Exodo 2, 20)
Y añadió Yahveh: «Mete tu mano en el pecho.» Metió él la mano en su pecho y cuando la volvió a sacar estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve. (Exodo 4, 6)
Y le dijo: «Vuelve a meter la mano en tu pecho.» La volvió a meter y, cuando la sacó de nuevo, estaba ya como el resto de su carne. (Exodo 4, 7)
Yo te he dicho: "Deja ir a mi hijo para que me dé culto," pero como tú no quieres dejarle partir, mira que yo voy a matar a tu hijo, a tu primogénito.» (Exodo 4, 23)
«Ya no daréis como antes paja al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos mismos a buscársela. (Exodo 5, 7)
Esparcióse, pues, el pueblo por el país de Egipto en busca de rastrojo para emplearlo como paja. (Exodo 5, 12)
Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.» (Exodo 5, 13)
Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahveh no se lo di a conocer. (Exodo 6, 3)
También con ellos establecí mi alianza, para darles la tierra de Canaán, la tierra en que peregrinaron y en la que moraron como forasteros. (Exodo 6, 4)
Respondió Moisés ante Yahveh: «Si los israelitas no escuchan: ¿cómo me va a escuchar Faraón, a mí que soy torpe de palabra?» (Exodo 6, 12)