Talált 74 Eredmények: vivir
y podrán vivir largo tiempo en la tierra que el Señor juró dar a sus padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 11, 9)
Haremos con ellos lo siguiente: los dejaremos vivir para no atraer sobre nosotros la ira del Señor, a causa del juramento que les hemos hecho". (Josué 9, 20)
Por eso los israelitas tuvieron que vivir en medio de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. (Jueces 3, 5)
Que el Señor les dé un lugar para vivir tranquilas, en compañía de un nuevo esposo". Y las besó. Pero ellas prorrumpieron en sollozos (Rut 1, 9)
Ella fue a informar al hombre de Dios, y este le dijo: "Ve a vender el aceite y paga la deuda; después, tú y tus hijos podrán vivir con el resto". (II Reyes 4, 7)
Apenas el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras y dijo: "¿Acaso yo soy Dios, capaz de hacer morir y vivir, para que este me mande librar a un hombre de su enfermedad? Fíjense bien y verán que él está buscando un pretexto contra mí". (II Reyes 5, 7)
Te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo lo haré vivir en paz con todos los enemigos de su alrededor, porque su nombre será Salomón, y mientras él viva, concederé paz y tranquilidad a Israel. (I Crónicas 22, 9)
También podrían darme una carta para Asaf, el supervisor de los parques del rey, a fin de que me provea de madera para armar las puertas de la ciudadela del Templo, para las murallas de la ciudad y para la casa donde voy a vivir". El rey me concedió todo eso, porque la mano bondadosa de mi Dios estaba sobre mí. (Nehemías 2, 8)
Había algunos que decían: "Tenemos que entregar en prenda a nuestros hijos y nuestras hijas para conseguir trigo con qué comer y vivir". (Nehemías 5, 2)
Yo seguí diciendo: "Lo que ustedes hacen no está bien. ¿No deberían vivir en el temor de nuestro Dios, para evitar el desprecio de los paganos, nuestros enemigos? (Nehemías 5, 9)
Y el pueblo bendijo a todos los hombres que se ofrecieron voluntariamente para vivir en Jerusalén. (Nehemías 11, 2)
Trátame ahora como mejor te parezca: retírame el aliento de vida, para que yo desaparezca de la tierra y quede reducido a polvo. Más me vale morir que vivir, porque he escuchado reproches injustos y estoy agobiado por la tristeza. Líbrame, Señor, de tanta opresión, déjame partir hacia la morada eterna y no apartes de mí tu rostro, Señor. Es preferible para mí la muerte, antes que ver tanta opresión en mi vida y seguir escuchando insultos". (Tobías 3, 6)