Talált 256 Eredmények: tierras conquistadas por josué 12

  • Ahora residirás por un tiempo en este país extranjero, pero yo estaré contigo y te bendeciré. Porque te daré todas estas tierras, a ti y a tu descendencia, para cumplir el juramento que hice a tu padre Abraham. (Génesis 26, 3)

  • José instaló a su padre y a sus hermanos, dándoles una propiedad en Egipto, en las mejores tierras -en la región de Ramsés- como el Faraón lo había dispuesto. (Génesis 47, 11)

  • Pero pasó ese año, y al año siguiente vinieron otra vez y dijeron a José: "Ya se ha terminado todo el dinero y los animales te pertenecen. No podemos ocultarte que no queda nada a tu disposición, fuera de nuestras personas y nuestras tierras. (Génesis 47, 18)

  • Pero ¿por qué tendremos que morir ante tus propios ojos, nosotros y nuestras tierras? Aduéñate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan. Así el Faraón será dueño de nosotros y de nuestras tierras. Danos solamente semilla para que podamos sobrevivir. De lo contrario, nosotros moriremos, y el suelo se convertirá en un desierto". (Génesis 47, 19)

  • De esa manera, José adquirió para el Faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, acosados por el hambre, vendieron cada uno su campo. La tierra pasó a ser propiedad del Faraón, (Génesis 47, 20)

  • Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes, porque a ellos el Faraón les había asignado una ración fija de alimentos; como vivían de la ración que les daba el Faraón, no tuvieron que vender sus tierras. (Génesis 47, 22)

  • Entonces José dijo al pueblo: "Ahora ustedes y sus tierras pertenecen al Faraón, porque yo los he comprado. Aquí tienen semilla para sembrar esas tierras. (Génesis 47, 23)

  • Entonces José promulgó una ley agraria en Egipto -que todavía hoy está en vigencia- por la cual una quinta parte de las cosechas corresponde al Faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a ser propiedad del Faraón. (Génesis 47, 26)

  • Moisés dijo a Josué: "Elige a algunos de nuestros hombres y ve mañana a combatir contra Amalec. Yo estaré de pie sobre la cima del monte, teniendo en mi mano el bastón de Dios". (Exodo 17, 9)

  • Josué hizo lo que le había dicho Moisés, y fue a combatir contra los amalecitas. Entretanto, Moisés, Aarón y Jur habían subido a la cima del monte. (Exodo 17, 10)

  • De esa manera, Josué derrotó a Amalec y a sus tropas al filo de la espada. (Exodo 17, 13)

  • El Señor dijo a Moisés: "Escribe esto en un documento como memorial y grábalo en los oídos de Josué: ‘Yo borraré debajo del cielo el recuerdo de Amalec’". (Exodo 17, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina