Talált 1762 Eredmények: tierra de herencia

  • En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe. (Romanos 4, 13)

  • Porque si la herencia pertenece a los que están bajo la Ley, la fe no tiene objeto y la promesa carece de valor, (Romanos 4, 14)

  • Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común, (Romanos 4, 16)

  • Porque la Escritura dice al Faraón: Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. (Romanos 9, 17)

  • porque el Señor cumplirá plenamente y sin tardanza su palabra sobre la tierra. (Romanos 9, 28)

  • Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo. (Romanos 10, 18)

  • Es verdad que algunos son considerados dioses, sea en el cielo o en la tierra: de hecho, hay una cantidad de dioses y una cantidad de señores. (I Corintios 8, 5)

  • Porque del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella. (I Corintios 10, 26)

  • El primer hombre procede de la tierra y es terrenal; pero el segundo hombre procede del cielo. (I Corintios 15, 47)

  • Porque si la herencia se recibe en virtud de la Ley, ya no es en virtud de la promesa. Y en realidad, Dios concedió su gracia a Abraham mediante una promesa. (Gálatas 3, 18)

  • Pero dice la Escritura: Echa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no va a compartir la herencia con el hijode la mujer libre. (Gálatas 4, 30)

  • para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo. (Efesios 1, 10)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina