Talált 84 Eredmények: tendrás

  • No tendrás en tu casa dos medidas, una grande y otra pequeña. (Deuteronomio 25, 14)

  • Tendrás olivares en todo tu territorio, pero no podrás ungirte con aceite, porque se caerán las aceitunas. (Deuteronomio 28, 40)

  • Tendrás hijos e hijas, pero no te pertenecerán, porque serán llevados cautivos. (Deuteronomio 28, 41)

  • No tendrás paz en medio de aquellas naciones y tu pie no encontrará descanso. El Señor llenará de angustia tu corazón, nublará tus ojos y abatirá tu ánimo. (Deuteronomio 28, 65)

  • Tu vida estará pendiente de un hilo; día y noche sentirás temor y no tendrás ninguna seguridad de sobrevivir. (Deuteronomio 28, 66)

  • Basta que seas fuerte y valiente, para obrar en todo según la Ley que te dio Moisés, mi servidor. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todas tus empresas. (Josué 1, 7)

  • Que el libro de esta Ley nunca se aparte de ti: medítalo día y noche, para obrar fielmente en todo conforme a lo que está escrito en él. Así harás prosperar tus empresas y tendrás éxito. (Josué 1, 8)

  • y escucha lo que dicen. Así tendrás valor y atacarás el campamento". Gedeón bajó acompañado de Purá, su servidor, hasta el extremo del campamento, donde estaban los puestos de guardia. (Jueces 7, 11)

  • Pero Booz añadió: "Si le compras a Noemí la parcela de campo, también tendrás que casarte con Rut, la moabita, esposa del difunto, a fin de perpetuar el nombre de este sobre su patrimonio". (Rut 4, 5)

  • Saúl dijo a David: "Ahí tienes a Merab, mi hija mayor; te la voy a dar por esposa, pero tendrás que servirme valerosamente y combatir en las guerras del Señor". En realidad, Saúl pensaba: "Que sean los filisteos, y no yo, los que pongan su mano sobre él". (I Samuel 18, 17)

  • Ahora tú tienes que hacerme caso: deja que te sirva un pedazo de pan y come. Así tendrás fuerza cuando vayas por el camino". (I Samuel 28, 22)

  • y Eliseo le dijo: "El año próximo, para esta misma época, tendrás un hijo en tus brazos". Ella exclamó: "No, señor, por favor; tú eres un hombre de Dios, no engañes a tu servidora". (II Reyes 4, 16)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina