Talált 419 Eredmények: serán

  • Mira que llega un día para el Señor, y tus despojos serán repartidos en medio de ti. (Zacarías 14, 1)

  • Aquel día, los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción: "Consagrado al Señor"; y las ollas de la Casa del Señor serán como copas de la aspersión delante del altar. (Zacarías 14, 20)

  • Yo les quebraré el brazo, les tiraré estiércol a la cara -el estiércol de sus fiestas- y ustedes serán barridos con él. (Malaquías 2, 3)

  • Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. (Malaquías 3, 3)

  • Todas las naciones los proclamarán felices, porque ustedes serán una tierra de delicias, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 3, 12)

  • Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve. (Malaquías 3, 17)

  • Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama. (Malaquías 3, 19)

  • Ustedes pisotearán a los impíos, que serán ceniza bajo la planta de sus pies, en el Día que yo preparo, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 3, 21)

  • Felices los afligidos, porque serán consolados. (Mateo 5, 4)

  • Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. (Mateo 5, 6)

  • Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5, 9)

  • así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. (Mateo 5, 45)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina