Talált 65 Eredmények: ruinas

  • Salmo de Asaf. Señor, los paganos invadieron tu herencia, profanaron tu santo Templo, hicieron de Jerusalén un montón de ruinas; (Salmos 79, 1)

  • Me parezco a una lechuza del desierto, soy como un búho entre las ruinas; (Salmos 102, 7)

  • tus servidores sienten amor por esas piedras y se compadecen de esas ruinas. (Salmos 102, 15)

  • Jonatán y Simón se retiraron con sus compañeros a Betbasí, en el desierto, y la fortificaron, restaurando sus ruinas. (I Macabeos 9, 62)

  • Cuando estuvo cerca de Azoto le mostraron el templo de Dagón incendiado, la ciudad y sus alrededores en ruinas, los cadáveres esparcidos y los restos calcinados de los que habían sido quemados en la batalla, porque los habían amontonado por donde iba a pasar el rey. (I Macabeos 11, 4)

  • El que no se aferra resueltamente al temor del Señor verá muy pronto su casa en ruinas. (Eclesiástico 27, 3)

  • También es grande el recuerdo de Nehemías: él fue quien levantó nuestros muros en ruinas, el que puso puertas y cerrojos y reconstruyó nuestras casas. (Eclesiástico 49, 13)

  • Entonces un hombre agarrará a su hermano en la casa de su padre, y le dirá: "Tú tienes un manto, sé nuestro jefe; que este montón de ruinas esté bajo tu mando". (Isaías 3, 6)

  • Los corderos pacerán como en sus praderas y en las ruinas engordarán los cabritos. (Isaías 5, 17)

  • Oráculo sobre Damasco. ¡Miren! Damasco ya no será una ciudad, se ha convertido en un montón de ruinas. (Isaías 17, 1)

  • ¿No lo has oído? Hace mucho tiempo que lo he preparado: lo he planeado desde los tiempos antiguos y ahora lo llevo a cabo. Así, tú has reducido a un montón de ruinas las ciudades fortificadas. (Isaías 37, 26)

  • Yo confirmo la palabra de mis servidores y cumplo el designio de mis mensajeros. Yo digo de Jerusalén: "¡Que sea habitada!", y de las ciudades de Judá: "¡Que sean reconstruidas!", y yo restauraré sus ruinas. (Isaías 44, 26)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina