Talált 76 Eredmények: ritual judío

  • Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, (Hechos 18, 2)

  • Un judío llamado Apolo, originario de Alejandría, había llegado a Éfeso. Era un hombre elocuente y muy versado en las Escrituras. (Hechos 18, 24)

  • Un cierto Sevas, Sumo Sacerdote judío, tenía siete hijos que practicaban estos exorcismos. (Hechos 19, 14)

  • Pero en cuanto advirtieron que era un judío, todos se pusieron a gritar unánimemente durante dos horas: «¡Viva la gran Diana de los efesios!». (Hechos 19, 34)

  • «Yo soy judío, dijo Pablo, originario de Tarso, ciudadano de una importante ciudad de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo». (Hechos 21, 39)

  • «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad y he sido iniciado a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por Dios, como ustedes lo están ahora. (Hechos 22, 3)

  • Queriendo saber exactamente de qué lo acusaban, lo hice comparecer delante del Tribunal judío, (Hechos 23, 28)

  • Pero tú, que te precias de ser judío; tú que te apoyas en la Ley y te glorías en Dios; (Romanos 2, 17)

  • Porque no es verdadero judío el que lo es exteriormente, ni la verdadera circuncisión es la que se nota en la carne. (Romanos 2, 28)

  • El verdadero judío lo es interiormente, y la verdadera circuncisión es la del corazón, la que se hace según el espíritu y no según la letra de la Ley. A este le corresponde la alabanza, no de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2, 29)

  • ¿Cuál es entonces la superioridad del judío, y qué utilidad tiene la circuncisión? (Romanos 3, 1)

  • Me hice judío con los judíos para ganar a los judíos; me sometí a la Ley, con los que están sometidos a ella -aunque yo no lo estoy- a fin de ganar a los que están sometidos a la Ley. (I Corintios 9, 20)


“Uma só coisa é necessária: estar perto de Jesus”. São Padre Pio de Pietrelcina