Talált 105 Eredmények: quiero
Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. (Romanos 1, 13)
Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco. (Romanos 7, 15)
Pero si hago lo que no quiero, con eso reconozco que la Ley es buena. (Romanos 7, 16)
Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. (Romanos 7, 19)
Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí. (Romanos 7, 20)
Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, a fin de que no presuman de ustedes mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la totalidad de los paganos. (Romanos 11, 25)
En todas partes se conoce la obediencia de ustedes, y esto me alegra; pero quiero que sean hábiles para el bien y sencillos para el mal. (Romanos 16, 19)
No quiero decir que se aparten por completo de los deshonestos de este mundo, de los avaros, de los ladrones y de los idólatras: de ser así, tendrían que abandonar este mundo. (I Corintios 5, 10)
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; (I Corintios 7, 29)
Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor. (I Corintios 7, 32)
¿Quiero decir con esto que la carne sacrificada a los ídolos tiene algún valor, o que el ídolo es algo? (I Corintios 10, 19)
No, afirmo sencillamente que los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios. (I Corintios 10, 20)