Talált 306 Eredmények: puerta estrecha

  • Los ancianos dijeron: "Mientras nos paseábamos solos por el jardín, esta mujer entró allí con dos servidoras; cerró la puerta y después hizo salir a las servidoras. (Daniel 13, 36)

  • Los vimos abrazados, pero no pudimos atrapar al joven, porque él era más fuerte que nosotros, y abriendo la puerta, se escapó. (Daniel 13, 39)

  • y los sacerdotes de Bel le dijeron: "Nosotros vamos a salir de aquí y tú, rey, vas a servir la comida y a ofrecer el vino aromatizado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo. Cuando vengas mañana por la mañana, si no compruebas que Bel se lo ha comido todo, moriremos nosotros; si no, morirá Daniel, que ha mentido contra nosotros". (Daniel 14, 11)

  • Pero Daniel mandó a sus servidores que trajeran ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo, sin más testigos que el rey. Después salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • Apenas abrió la puerta, el rey miró la mesa y exclamó: "Tú eres grande, Bel, y en ti no hay engaño". (Daniel 14, 18)

  • y lleno de furia mandó arrestar a los sacerdotes, con sus mujeres y sus hijos. Ellos le mostraron entonces la puerta secreta por donde entraban para consumir lo que estaba sobre la mesa. (Daniel 14, 21)

  • Desde allí, le daré sus viñedos y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto. (Oseas 2, 17)

  • ¡Ay de los que aborrecen al que recrimina en la Puerta y detestan al que habla con integridad! (Amós 5, 10)

  • Porque yo conozco la multitud de sus crímenes y la enormidad de sus pecados, ¡opresores del justo, que exigen rescate y atropellan a los pobres en la Puerta! (Amós 5, 12)

  • Aborrezcan el mal, amen el bien, y hagan triunfar el derecho en la Puerta: tal vez el Señor, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José. (Amós 5, 15)

  • ¡No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su ruina! ¡No te regocijes, también tú, al ver su desgracia en el día de su ruina! ¡No extiendas tu mano hacia sus riquezas en el día de su ruina! (Abdías 1, 13)

  • ¡Porque el golpe es irremediable! Sí, ha llegado hasta Judá, hasta tocar la Puerta de mi pueblo, hasta la misma Jerusalén. (Miqueas 1, 9)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina