Talált 3275 Eredmények: pueblo de Israel

  • Por eso debe ofrecer sacrificios, no solamente por los pecados del pueblo, sino también por sus propios pecados. (Hebreos 5, 3)

  • A los descendientes de Leví que reciben el sacerdocio, la Ley les manda percibir el diezmo del pueblo, esto es, de sus propios hermanos, que sin embargo pertenecen como ellos a la descendencia de Abraham. (Hebreos 7, 5)

  • Por lo tanto, si se podía alcanzar la perfección por medio del sacerdocio levítico, sobre el cual se funda la Ley dada al pueblo, ¿qué necesidad había entonces de que surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el orden de Aarón? (Hebreos 7, 11)

  • Él no tiene necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. (Hebreos 7, 27)

  • En cambio, Dios hizo al pueblo este reproche: Llegarán los días -dice el Señor- en que haré una Nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá, (Hebreos 8, 8)

  • Y esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel después de aquellos días-dice el Señor-: Pondré mis leyes en su conciencia, las grabaré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • Pero al segundo, sólo entra una vez al año el Sumo Sacerdote, llevando consigo la sangre que ofrece por sus faltas y las del pueblo. (Hebreos 9, 7)

  • Efectivamente, cuando Moisés promulgó delante de todo el pueblo cada uno de los mandamientos escritos en la Ley, tomó la sangre de novillos y chivos -junto con el agua, la lana escarlata y el hisopo- y roció el Libro y también a todo el pueblo, (Hebreos 9, 19)

  • Porque nosotros conocemos a aquel que ha dicho: La venganza me pertenece y yo daré la retribución.Y además: El Señor juzgará a su pueblo. (Hebreos 10, 30)

  • Él prefirió compartir los sufrimientos del Pueblo de Dios, antes que gozar los placeres efímeros del pecado: (Hebreos 11, 25)

  • Por la fe, celebró la primera Pascua e hizo la primera aspersión de sangre, a fin de que el Exterminadorno dañara a los primogénitos de Israel. (Hebreos 11, 28)

  • Por la fe, cayeron los muros de Jericó, después que el pueblo, durante siete días, dio vueltas alrededor de ellos. (Hebreos 11, 30)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina