Talált 364 Eredmények: profeta Samuel

  • Y la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos: (Ageo 1, 3)

  • Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz del Señor, su Dios, y las palabras del profeta Ageo, según la misión que el Señor, su Dios, le había encomendado. Y el pueblo sintió temor en la presencia del Señor. (Ageo 1, 12)

  • El día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos: (Ageo 2, 1)

  • El día veinticuatro del noveno mes, el segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Ageo, en estos términos: (Ageo 2, 10)

  • En el octavo mes del segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó, en estos términos: (Zacarías 1, 1)

  • El vigésimo cuarto día del undécimo mes, que es el mes de Sebat, en el segundo año de Darío, la palabra del Señor fue dirigida al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó, en estos términos: (Zacarías 1, 7)

  • Cada uno dirá: "Yo no soy profeta, yo soy un hombre que cultiva la tierra, porque la tierra es mi ocupación desde mi juventud". (Zacarías 13, 5)

  • Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el Día del Señor, grande y terrible. (Malaquías 3, 23)

  • Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: (Mateo 1, 22)

  • «En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: (Mateo 2, 5)

  • Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. (Mateo 2, 15)

  • Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: (Mateo 2, 17)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina