Talált 583 Eredmények: palabras sabias
¡Porque el Reino de Dios no es cuestión de palabras sino de poder! (I Corintios 4, 20)
No sé cuántos idiomas diversos hay en el mundo, y cada uno tiene sus propias palabras. (I Corintios 14, 10)
Pero si ignoro el sentido de las palabras, seré como un extranjero para el que me habla y él lo será para mí. (I Corintios 14, 11)
Sin embargo, cuando estoy en la asamblea prefiero decir cinco palabras inteligibles, para instruir a los demás, que diez mil en un lenguaje incomprensible. (I Corintios 14, 19)
fue arrebatado al paraíso, y oyó palabras inefables que el hombre es incapaz de repetir. (II Corintios 12, 4)
Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. (Efesios 3, 3)
No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan. (Efesios 4, 29)
y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, (Efesios 6, 19)
Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones. Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. (I Tesalonicenses 1, 5)
Ustedes saben -y Dios es testigo de ello- que nunca hemos tenido palabras de adulación, ni hemos buscado pretexto para ganar dinero. (I Tesalonicenses 2, 5)
que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado. (II Tesalonicenses 2, 2)
Por eso, Dios nuevamente fija un día -un hoy- cuando muchos años después, dice por boca de David las palabras ya citadas: Si hoy escuchan su voz, no endurezcan su corazón. (Hebreos 4, 7)