Talált 314 Eredmények: otra

  • Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. (Mateo 8, 18)

  • Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. (Mateo 8, 28)

  • Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre. (Mateo 10, 23)

  • Entonces dijo al hombre: «Extiende tu mano». Él la extendió, y la mano enferma quedó tan sana como la otra. (Mateo 12, 13)

  • Y les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; (Mateo 13, 24)

  • También les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. (Mateo 13, 31)

  • Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa». (Mateo 13, 33)

  • En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. (Mateo 14, 22)

  • Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. (Mateo 14, 34)

  • Al pasar a la otra orilla, los discípulos se olvidaron de llevar pan. (Mateo 16, 5)

  • Pedro dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». (Mateo 17, 4)

  • Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio». (Mateo 19, 9)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina