Talált 46 Eredmények: oficiales
y los oficiales de la corte, que también la vieron, la elogiaron ante el Faraón. Entonces fue llevada al palacio del Faraón. (Génesis 12, 15)
Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvían de la expedición, (Números 31, 14)
El oro que los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados ofrecieron como tributo al Señor, llegó a un total de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Números 31, 52)
Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los oficiales, y lo llevaron a la Carpa del Encuentro, como memorial de los israelitas delante del Señor. (Números 31, 54)
y una vez que los tuvieron afuera, se los llevaron a Josué. Este convocó a todos los hombres de Israel y dijo a los oficiales que lo habían acompañado: "Acérquense y pongan sus pies sobre la nuca de estos reyes". Ellos se acercaron y les pusieron el pie sobre la nuca. (Josué 10, 24)
David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los oficiales de Hadadézer, y se los llevó a Jerusalén. (II Samuel 8, 7)
Ya ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos oficiales anteriores con sus cincuenta hombres. Pero ahora, ¡que mi vida tenga algún valor a tus ojos!". (II Reyes 1, 14)
El rey de Arám estaba en guerra con Israel. Cuando él se reunía en consejo con sus oficiales y decía: "Acamparé en tal o cual lugar", (II Reyes 6, 8)
El rey de Arám se alarmó ante este hecho. Llamó a sus oficiales y les dijo: "Es preciso que me informen quién de entre nosotros está a favor del rey de Israel". (II Reyes 6, 11)
Pero uno de los oficiales le respondió: "No, majestad; Eliseo, el profeta de Israel, es el que comunica al rey de Israel las palabras que tú pronuncias aun en tu dormitorio". (II Reyes 6, 12)
Uno de los oficiales pidió la palabra y dijo: "Tomemos cinco de los caballos que todavía quedan. A fin de cuentas, si se los deja en la ciudad, les sucederá lo mismo que a toda la multitud de Israel que ya ha perecido. Los enviaremos y veremos qué pasa". (II Reyes 7, 13)
Cuando Jehú salió a reunirse con los oficiales de su señor, le preguntaron: "¿Hay alguna novedad? ¿Para qué vino a verte ese exaltado?". Él les respondió: "Ustedes conocen a ese hombre y su cantinela". (II Reyes 9, 11)