Talált 357 Eredmények: nuestros

  • precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados gratuitamente!- (Efesios 2, 5)

  • Al contrario, Dios nos encontró dignos de confiarnos la Buena Noticia, y nosotros la predicamos, procurando agradar no a los hombres, sino a Dios, que examina nuestros corazones. (I Tesalonicenses 2, 4)

  • Los nuestros deben aprender a destacarse por sus buenas obras, también en lo que se refiere a las necesidades de este mundo: de esa manera, su vida no será estéril. (Tito 3, 14)

  • Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, (Hebreos 1, 1)

  • Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación. (Hebreos 11, 2)

  • Después de todo, nuestros padres carnales nos corregían, y no por eso dejábamos de respetarlos. Con mayor razón, entonces, debemos someternos al Padre de nuestro espíritu, para poseer la Vida. (Hebreos 12, 9)

  • Porque nuestros padres sólo nos corrigen por un breve tiempo y de acuerdo con su criterio. Dios, en cambio, nos corrige para nuestro bien, a fin de comunicarnos su santidad. (Hebreos 12, 10)

  • También la lengua es un fuego: es un mundo de maldad puesto en nuestros miembros, que contamina todo el cuerpo, y encendida por el mismo infierno, hace arder todo el ciclo de la vida humana. (Santiago 3, 6)

  • Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. (I Pedro 2, 24)

  • Cristo murió una vez por nuestros pecados -siendo justo, padeció por los injustos- para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. (I Pedro 3, 18)

  • y que dirán: «¿Dónde está la promesa de su Venida? Nuestros padres han muerto y todo sigue como al principio de la creación». (II Pedro 3, 4)

  • Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos. (I Juan 1, 1)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina