Talált 198 Eredmények: nacer de nuevo

  • Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se dirá esta palabra en el país de Judá y en sus ciudades, cuando yo haya cambiado su suerte: ¡Que el Señor te bendiga, morada de justicia, Montaña santa! (Jeremías 31, 23)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en este país". (Jeremías 32, 15)

  • Así habla el Señor: En este lugar del que ustedes dicen: "Está desierto, sin hombres ni animales", en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están devastadas, sin hombres ni habitantes ni animales, se oirá de nuevo (Jeremías 33, 10)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: En este lugar que está desierto, sin hombres ni animales, y en todas sus ciudades, habrá de nuevo un redil donde los pastores harán descansar a sus rebaños. (Jeremías 33, 12)

  • En todas las ciudades de la Montaña, en las ciudades de la Sefelá, en las ciudades del Négueb, en el país de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, las ovejas pasarán de nuevo bajo las manos del que las recuenta, dice el Señor. (Jeremías 33, 13)

  • Pero después se volvieron atrás e hicieron retornar a los esclavos y esclavas que habían dejado en libertad, y los redujeron de nuevo a la esclavitud. (Jeremías 34, 11)

  • Pero después se volvieron atrás y profanaron mi Nombre: cada uno hizo retornar a su esclavo y a su esclava, que habían dejado enteramente libres, y los redujeron de nuevo a la esclavitud. (Jeremías 34, 16)

  • Yo les daré otro corazón y pondré dentro de ellos un espíritu nuevo: arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, (Ezequiel 11, 19)

  • Al nacer, el día en que te dieron a luz, tu cordón umbilical no fue cortado, no fuiste lavada con agua para ser purificada ni frotada con sal, ni envuelta en pañales. (Ezequiel 16, 4)

  • Arrojen lejos de ustedes todas las rebeldías que han cometido contra mí y háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué quieres morir, casa de Israel? (Ezequiel 18, 31)

  • Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. (Ezequiel 36, 26)

  • Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré -oráculo del Señor-. (Ezequiel 37, 14)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina