Talált 223 Eredmények: multitud

  • Uno de los oficiales pidió la palabra y dijo: "Tomemos cinco de los caballos que todavía quedan. A fin de cuentas, si se los deja en la ciudad, les sucederá lo mismo que a toda la multitud de Israel que ya ha perecido. Los enviaremos y veremos qué pasa". (II Reyes 7, 13)

  • con tres mil doscientos carros de guerra, sesenta mil jinetes y una multitud innumerable que venía con él de Egipto, en la que había libios, suquíes y cusitas. (II Crónicas 12, 3)

  • ¡Ahora ustedes tratan de resistir a la soberanía del Señor, que está en manos de los hijos de David! ¡Ustedes son una enorme multitud y tienen los terneros de oro que Jeroboám les dio como dioses! (II Crónicas 13, 8)

  • Entonces informaron a Josafat, diciéndole: "Una gran multitud, procedente de Edóm, avanza contra ti desde el otro lado del mar, y ya están en Jasasón Tamar, es decir, en Engadí". (II Crónicas 20, 2)

  • Dios nuestro, ¿no harás justicia contra ellos? Porque nosotros no tenemos fuera contra esta gran multitud que viene a atacarnos, y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos están puestos en ti". (II Crónicas 20, 12)

  • Cuando los hombres de Judá llegaron a la cima que domina el desierto y volvieron sus ojos hacia la multitud, no vieron más que cadáveres tendidos por tierra, porque ninguno había podido escapar. (II Crónicas 20, 24)

  • Una gran multitud se reunió en Jerusalén para celebrar la fiesta de los Ácimos en el segundo mes: fue una asamblea muy numerosa. (II Crónicas 30, 13)

  • Entonces se reunió una gran multitud y taparon todas las fuentes y el arroyo que corría en medio de esa región, diciendo: "Así, cuando lleguen los reyes de Asiria, no encontrarán agua en abundancia". (II Crónicas 32, 4)

  • "¡Sean fuertes y tengan valor! No teman ni se acobarden ante el rey de Asiria y ante toda la multitud que lo acompaña, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él. (II Crónicas 32, 7)

  • Finalmente, regresó con sus tropas y con la enorme multitud de guerreros que lo habían seguido, y todos se entregaron despreocupadamente a la buena vida durante ciento veinte días. (Judit 1, 16)

  • Lo seguía una multitud numerosa como las langostas y como los granos de arena de la tierra: su número era incalculable. (Judit 2, 20)

  • Apenas Ajior terminó de pronunciar estas palabras, toda la multitud que estaba alrededor de la tienda de campaña hizo oír un murmullo de protesta. Los oficiales de Holofernes, y todos los habitantes del litoral y de Moab querían hacerlo pedazos. (Judit 5, 22)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina