Talált 19 Eredmények: llamara

  • El hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre". (Génesis 2, 23)

  • Envió entonces a la servidora que estaba al frente de todos sus bienes, para que llamara a Cabris y Carmis, ancianos de la ciudad. (Judit 8, 10)

  • Ella iba por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a un segundo harén, bajo la vigilancia de Saasgaz, el eunuco del rey encargado de las concubinas. Ya no se presentaba más ante el rey, a no ser que este deseara estar con ella y la llamara expresamente. (Ester 2, 14)

  • Aunque lo llamara y él me respondiera, no creo que llegue a escucharme. (Job 9, 16)

  • El que cierra los oídos al clamor del débil llamará y no se le responderá. (Proverbios 21, 13)

  • Alégrate, muchacho, mientras eres joven, y que tu corazón sea feliz en tus años juveniles. Sigue los impulsos de tu corazón y lo que es un incentivo para tus ojos; pero ten presente que por todo eso Dios te llamará a juicio. (Eclesiastés 11, 9)

  • Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel. (Isaías 7, 14)

  • Aquel día, el Señor llamará con un silbido al tábano que está en el extremo de los canales de Egipto, y a la abeja que está en el país de Asiria. (Isaías 7, 18)

  • Aquel día, habrá en la tierra de Egipto cinco ciudades que hablarán la lengua de Canaán y jurarán por el Señor de los ejércitos; una de ellas se llamará Ciudad del Sol. (Isaías 19, 18)

  • Ya no se llamará noble al necio ni se dará al sinvergüenza un título honorífico. (Isaías 32, 5)

  • Allí habrá una senda y un camino que se llamará "Camino santo". No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él; (Isaías 35, 8)

  • A ellos se los llamará ‘Pueblo santo’, ‘Redimidos por el Señor’; y a ti te llamarán ‘Buscada’, ‘Ciudad no abandonada’". (Isaías 62, 12)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina