Talált 1049 Eredmények: libro de la vida

  • Además, debes separar para el Señor, como tributo de los guerreros que han ido al combate, una vida de cada quinientas, tanto de las personas como del ganado mayor, de los asnos y del ganado menor. (Números 31, 28)

  • De la mitad que corresponda a los demás israelitas, tanto de las personas como de los animales -del ganado mayor, de los asnos y del ganado menor- tomarás una vida por cada cincuenta y se las entregarás a los levitas que realizan tareas en la Morada del Señor". (Números 31, 30)

  • No aceptarán ningún rescate por la vida de un asesino, porque debe morir. (Números 35, 31)

  • para que en ellas se refugiara el homicida que hubiera matado a alguien involuntariamente, sin haberlo odiado antes: buscando asilo en una de esas ciudades, salvaría su vida. (Deuteronomio 4, 42)

  • No la hizo con nuestros padres, sino con nosotros, los que hoy estamos aquí, todos con vida. (Deuteronomio 5, 3)

  • Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor, tu Dios, te lo ha mandado, para que tengas una larga vida y seas feliz en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. (Deuteronomio 5, 16)

  • Vayan por el camino que el Señor, su Dios, les ha trazado, para gozar de una larga vida en la tierra de la que van a tomar posesión. (Deuteronomio 5, 33)

  • a fin de que temas al Señor, tu Dios, observando constantemente todos los preceptos y mandamientos que yo te prescribo, y así tengas una larga vida, lo mismo que tu hijo y tu nieto. (Deuteronomio 6, 2)

  • El Señor nos ordenó practicar todos estos preceptos y temerlo a él, para que siempre fuéramos felices y para conservarnos la vida, como ahora sucede. (Deuteronomio 6, 24)

  • Pero por el amor que les tiene, y para cumplir el juramento que hizo a tus padres, el Señor los hizo salir de Egipto con mano poderosa, y los libró de la esclavitud y del poder del Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)

  • sólo tendrás que abstenerte de comer la sangre, porque la sangre es la vida, y tú no debes comer la vida junto con la carne. (Deuteronomio 12, 23)

  • Tendrás que hacerlo morir irremediablemente. Que tu mano sea la primera en levantarse contra él para quitarle la vida, y que después todo el pueblo haga lo mismo. (Deuteronomio 13, 10)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina