Talált 37 Eredmények: hebreo antiguo
Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo, «Gólgota». (Juan 19, 17)
Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. (Juan 19, 20)
Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es decir, «¡Maestro!». (Juan 20, 16)
El tribuno se lo permitió, y Pablo, de pie sobre la escalinata, hizo una señal al pueblo con la mano. Se produjo un gran silencio, y Pablo comenzó a hablarles en hebreo. (Hechos 21, 40)
Al oír que hablaba en hebreo, el silencio se hizo aún más profundo. Pablo prosiguió: (Hechos 22, 2)
Todos caímos en tierra, y yo oí una voz que me decía en hebreo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Te lastimas al dar coces contra el aguijón". (Hechos 26, 14)
Pero se les oscureció el entendimiento, y ese mismo velo permanece hasta el día de hoy en la lectura del Antiguo Testamento, porque es Cristo el que lo hace desaparecer. (II Corintios 3, 14)
El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente. (II Corintios 5, 17)
circuncidado al octavo día; de la raza de Israel y de la tribu de Benjamín; hebreo, hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, un fariseo; (Filipenses 3, 5)
Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que desencadenó el diluvio sobre una tierra poblada de impíos, preservando sólo a ocho personas, entre ellas a Noé, el heraldo de la justicia. (II Pedro 2, 5)
Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron. (I Juan 2, 7)
Su rey era el Ángel del Abismo, cuyo nombre es «Destructor»: «Abadón», en hebreo, y «Apolión», en griego. (Apocalipsis 9, 11)