Talált 561 Eredmények: habla

  • Así habla el Señor de los ejércitos: Yo salvo a mi pueblo de los países del oriente, y de los países donde se pone el sol. (Zacarías 8, 7)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: Que se fortalezcan las manos de ustedes, los que escuchan en estos días, de la boca de los profetas, estas palabras pronunciadas desde el día en que se pusieron los cimientos de la Casa del Señor de los ejércitos, para la reconstrucción del Templo. (Zacarías 8, 9)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos: Así como yo había resuelto hacerles mal cuando sus padres me irritaban -dice el Señor de los ejércitos- y no me arrepentí, (Zacarías 8, 14)

  • "Así habla el Señor de los ejércitos: El ayuno del cuarto, del quinto, del séptimo y el décimo mes se convertirán para la casa de Judá en alegría, en gozo y en hermosas solemnidades. ¡Pero amen la verdad y la paz!". (Zacarías 8, 19)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: Vendrán asimismo pueblos y habitantes de muchas ciudades. (Zacarías 8, 20)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: "Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes". (Zacarías 8, 23)

  • Así habla el Señor, mi Dios: Apacienta las ovejas destinadas al matadero, (Zacarías 11, 4)

  • Si Edóm dice: "¡Hemos sido destruidos, pero reconstruiremos nuestras ruinas!", así habla el Señor de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo demoleré, se los llamará "Territorio de maldad" y "Pueblo contra quien el Señor está enojado para siempre". (Malaquías 1, 4)

  • Entonces, le llevaron a un endemoniado ciego y mudo, y Jesús lo curó, devolviéndole el habla y la vista. (Mateo 12, 22)

  • Raza de víboras, ¿cómo pueden ustedes decir cosas buenas, siendo malos? Porque la boca habla de la abundancia del corazón. (Mateo 12, 34)

  • Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. (Lucas 1, 64)

  • El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Lucas 6, 45)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina