Talált 447 Eredmények: gente

  • Les hablo como a gente sensata; juzguen ustedes mismos lo que voy a decirles. (I Corintios 10, 15)

  • como tristes, aunque estamos siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como gente que no tiene nada, aunque lo poseemos todo. (II Corintios 6, 10)

  • Por eso, salgan de en medio de esa gente y pónganse aparte, dice el Señor. No toquen nada impuro, y yo los recibiré. (II Corintios 6, 17)

  • No es que haya otro, sino que hay gente que los está perturbando y quiere alterar el Evangelio de Cristo. (Gálatas 1, 7)

  • Es verdad que resulta vergonzoso aun mencionar las cosas que esa gente hace ocultamente. (Efesios 5, 12)

  • Que nadie los prive del premio, bajo pretexto de «humildad» y de un «culto de los ángeles». Esa gente tiene en cuenta solamente las cosas que ha visto y se vanagloria en el orgullo de su mentalidad carnal, (Colosenses 2, 18)

  • Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. (I Tesalonicenses 5, 3)

  • Al partir para Macedonia, te pedí que permanecieras en Éfeso, para impedir que cierta gente enseñara doctrinas extrañas (I Timoteo 1, 3)

  • seducidos por gente mentirosa e hipócrita, cuya conciencia está marcada a fuego. (I Timoteo 4, 2)

  • Esa gente proscribe el matrimonio y prohíbe el consumo de determinados alimentos que Dios creó para que los creyentes y los conocedores de la verdad los comieran dando gracias. (I Timoteo 4, 3)

  • y aunque harán ostentación de piedad, carecerán realmente de ella. ¡Apártate de esa gente! (II Timoteo 3, 5)

  • Queridos míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a los deseos carnales que combaten contra el alma. (I Pedro 2, 11)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina