Talált 94 Eredmények: extranjeros

  • También podrán adquirirlos entre los hijos y familiares de los extranjeros que residan entre ustedes, entre aquellos que hayan nacido en Israel. Ellos serán propiedad de ustedes, (Levítico 25, 45)

  • Y si algún extranjero reside entre ustedes podrá celebrar la Pascua del Señor; lo hará conforme a las prescripciones del ritual. Las mismas prescripciones valdrán para todos ustedes, sean extranjeros o nativos del país. (Números 9, 14)

  • En la asamblea, habrá una sola ley para ustedes y para los extranjeros. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. El extranjero hará lo mismo que ustedes delante del Señor. (Números 15, 15)

  • En una palabra, el mismo ritual y la misma disposición estará en vigencia para ustedes y para los extranjeros que residan entre ustedes. (Números 15, 16)

  • El que recoja las cenizas de la vaca deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. Este es un decreto irrevocable para los israelitas y para los extranjeros que vivan entre ellos. (Números 19, 10)

  • Esas seis ciudades podrán servir de refugio no sólo a los israelitas, sino también a los extranjeros residentes o que estén de paso entre ustedes, de manera que todo el que haya matado a otro involuntariamente, pueda refugiarse en ellas. (Números 35, 15)

  • También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto. (Deuteronomio 10, 19)

  • con sus mujeres y sus hijos, y también los extranjeros que se han incorporado a sus campamentos, desde el leñador hasta el aguatero. (Deuteronomio 29, 10)

  • Y las generaciones futuras -los niños que nacerán después de ustedes y los extranjeros que vendrán de tierras lejanas- verán las calamidades y las enfermedades que el Señor habrá infligido a ese país. (Deuteronomio 29, 21)

  • Reúne al pueblo -hombres, mujeres y niños, y también a los extranjeros que vivan en tus ciudades- para que la oigan y así aprendan a temer al Señor, su Dios, y a practicar cuidadosamente todas las palabras de esta Ley. (Deuteronomio 31, 12)

  • Josué no dejó de leer ni una sola de las palabras que había ordenado Moisés, y lo hizo en presencia de toda la asamblea de Israel, incluidas las mujeres, los niños y los extranjeros que estaban con ellos. (Josué 8, 35)

  • Estas fueron las ciudades asignadas a todos los israelitas y a los extranjeros que residían en medio de ellos, para que todo el que matara sin premeditación a una persona pudiera refugiarse en ellas, y así no muriera en manos del vengador del homicidio, antes de comparecer delante de la comunidad. (Josué 20, 9)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina