Talált 32 Eredmények: eunucos

  • Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y lo mandó a ver a Mardoqueo a fin de averiguar qué pasaba y por qué hacía eso. (Ester 4, 5)

  • Allí constaba por escrito cómo Mardoqueo había denunciado a Bigtán y a Teres, los dos eunucos del rey guardianes de la entrada, que habían atentado contra el rey Asuero. (Ester 6, 2)

  • Todavía estaban hablando con Amán, cuando llegaron los eunucos del rey, y lo llevaron rápidamente al banquete que había preparado Ester. (Ester 6, 14)

  • y Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey: "Precisamente en casa de Amán se ha instalado un patíbulo de veinticinco metros; él mismo lo hizo levantar para Mardoqueo, aquel que salvó al rey con su denuncia". El rey ordenó: "¡Cuélguenlo allí!". (Ester 7, 9)

  • Luego Mardoqueo se puso a descansar un rato en la corte, junto con Gabazá y Zarra, los dos eunucos del rey que la custodiaban. (Ester 12, 1)

  • Este hizo interrogar a los dos eunucos, y una vez que ellos confesaron, fueron ejecutados. (Ester 12, 3)

  • Pero Amán, el agaguita, que gozaba de gran prestigio ante el rey, buscó la manera de perjudicar a Mardoqueo y a su pueblo por lo que había pasado con los dos eunucos del rey. (Ester 12, 6)

  • Y algunos de tus hijos, de los que han nacido de ti, que tú mismo habrás engendrado, serán tomados para que sirvan como eunucos en el palacio del rey de Babilonia". (Isaías 39, 7)

  • Porque así habla el Señor: A los eunucos que observen mis sábados, que elijan lo que a mí me agrada y se mantengan firmes en mi alianza, (Isaías 56, 4)

  • después que partieron de Jerusalén el rey Jeconías, la reina madre, los eunucos, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los herreros y los cerrajeros. (Jeremías 29, 2)

  • A los jefes de Judá y a los jefes de Jerusalén, a los eunucos y a los sacerdotes, y a toda la gente del país que pasaron entre los pedazos del ternero, (Jeremías 34, 19)

  • Entonces entraron todos los jefes del rey de Babilonia, y se instalaron en la puerta del Medio: Nergalsaréser, Samgarnebó, Sarsequím, jefe de los eunucos, Nergalsaréser, gran mago, y todos los otros jefes del rey de Babilonia. (Jeremías 39, 3)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina