Talált 29 Eredmények: entregué

  • pensó: "¿Lo habrán retenido allí? A lo mejor, ha muerto Gabael y no hay nadie que le entregue el dinero". (Tobías 10, 2)

  • por eso los entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos. (Salmos 81, 13)

  • Porque yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. Yo entregué a Egipto para tu rescate, a Cus y a Sebá a cambio de ti. (Isaías 43, 3)

  • Por eso execré a los príncipes consagrados, entregué a Jacob al exterminio total y a Israel, a los ultrajes. (Isaías 43, 28)

  • Yo estaba irritado contra mi pueblo, profané mi herencia, y los entregué en tus manos. Tú no les tuviste compasión: hasta al anciano lo abrumaste con el peso de tu yugo. (Isaías 47, 6)

  • Ahora, yo entregué todos estos países en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi servidor; hasta los animales del campo se los di para que lo sirvan. (Jeremías 27, 6)

  • y la entregué a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Janamel, el hijo de mi tío, en presencia de los testigos que habían firmado la escritura de la compra, y en presencia de todos los judíos que estaban en el patio de la guardia. (Jeremías 32, 12)

  • Así habla el Señor: Voy a entregar al faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y en manos de los que atentan contra su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de su enemigo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que intentaba quitarle la vida". (Jeremías 44, 30)

  • Por eso, yo extendí mi mano contra ti. Racioné tu alimento y te entregué a la avidez de tus enemigos, a las ciudades de los filisteos, avergonzadas ellas mismas de tu conducta infame. (Ezequiel 16, 27)

  • Por eso la entregué en manos de sus amantes, en manos de los asirios, de los que se había enamorado perdidamente. (Ezequiel 23, 9)

  • Porque así habla el Señor: Que se convoque contra ellas una asamblea y se las entregue a la vejación y al saqueo. (Ezequiel 23, 46)

  • Las naciones sabrán que la casa de Israel fue al exilio por sus propias culpas, porque ellos se rebelaron contra mí. Entonces les oculté mi rostro, los entregué en manos de sus adversarios y todos cayeron bajo la espada. (Ezequiel 39, 23)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina