Talált 346 Eredmények: derechos de las mujeres
¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! (Marcos 13, 17)
Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, (Marcos 15, 40)
exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! (Lucas 1, 42)
y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; (Lucas 8, 2)
¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!". (Lucas 15, 30)
de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada». (Lucas 17, 35)
Jesús les respondió: «En este mundo los hombres y las mujeres se casan, (Lucas 20, 34)
Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. (Lucas 23, 27)
Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo sucedido. (Lucas 23, 49)
Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado. (Lucas 23, 55)
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que ha-bían preparado. (Lucas 24, 1)
Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? (Lucas 24, 5)