Talált 2148 Eredmények: den

  • "Aunque yo no soy más que un extranjero residente entre ustedes, cédanme en propiedad alguno de sus sepulcros, para que pueda retirar el cadáver de mi esposa y darle sepultura". (Génesis 23, 4)

  • De este modo, el campo de Efrón en Macpelá, frente a Mamré -el campo con la caverna y todos los árboles que estaban dentro de sus límites- pasó a ser (Génesis 23, 17)

  • Esta es la descendencia de Ismael -el hijo que Agar, la sirvienta egipcia de Sara, dio a Abraham- (Génesis 25, 12)

  • con los nombres de cada uno de sus hijos, según el orden de su nacimiento: Nebaiot, el primogénito de Ismael; luego Quedar, Abdeel, Mibsám, (Génesis 25, 13)

  • Esta es la descendencia de Isaac, el hijo de Abraham. Abraham fue padre de Isaac, (Génesis 25, 19)

  • Como los niños se chocaban el uno contra el otro dentro de su seno, ella exclamó: "Si las cosas tienen que ser así, ¿vale la pena seguir viviendo?". Entonces fue a consultar al Señor, (Génesis 25, 22)

  • Ahora residirás por un tiempo en este país extranjero, pero yo estaré contigo y te bendeciré. Porque te daré todas estas tierras, a ti y a tu descendencia, para cumplir el juramento que hice a tu padre Abraham. (Génesis 26, 3)

  • Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y le daré todos estos territorios, de manera que por ella se bendecirán todas las naciones de la tierra. (Génesis 26, 4)

  • Haré esto en premio a la obediencia de Abraham, que observó mis órdenes y mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones". (Génesis 26, 5)

  • Y Abimélec dio esta orden a todo el pueblo: "El que toque a este hombre o a su mujer será condenado a muerte". (Génesis 26, 11)

  • y esa misma noche el Señor se le apareció para decirle: "Yo soy el Dios de Abraham, tu padre: no temas, porque estoy contigo. Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor a mi servidor Abraham". (Génesis 26, 24)

  • Ahora, hijo mío, escucha bien lo que voy a ordenar. (Génesis 27, 8)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina