Talált 18 Eredmények: cumbre
El Señor bajó a la montaña del Sinaí, a la cumbre de la montaña, y ordenó a Moisés que subiera a la cumbre. Moisés subió, (Exodo 19, 20)
El aspecto de la gloria del Señor era a los ojos de los israelitas como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña. (Exodo 24, 17)
Prepárate, además, para subir mañana temprano a la montaña del Sinaí, y después quédate allí, a mi disposición, en la cumbre de la montaña. (Exodo 34, 2)
Cuando David llegaba a la cumbre, allí donde se adora a Dios, le salió al encuentro Jusai, el arquita, amigo de David, con la túnica hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo. (II Samuel 15, 32)
David acababa de pasar la cumbre, cuando le salió al encuentro Sibá, el servidor de Meribaal, con un par de asnos ensillados y cargados con doscientos panes, cien racimos de pasas de uva, cien frutas frescas y un odre de vino. (II Samuel 16, 1)
Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. (I Reyes 18, 42)
El rey envió a un oficial con sus cincuenta hombres para buscar a Elías. Cuando él subió a buscarlo, lo encontró sentado en la cumbre de la montaña, y le dijo: "Hombre de Dios, el rey ha dicho que bajes". (II Reyes 1, 9)
Los hombres de Judá capturaron vivo a otros diez mil y los llevaron hasta la cumbre de La Roca. Desde allí los despeñaron, y todos murieron destrozados. (II Crónicas 25, 12)
Apenas los divisaron los hombres de la ciudad que estaban en la cumbre de la montaña, empuñaron sus armas y salieron fuera de la ciudad, mientras los honderos arrojaban piedras para impedirles el acceso. (Judit 6, 12)
Que mi palabra seductora se convierta en herida mortal para los que han maquinado un plan siniestro contra tu Alianza y tu Santa Morada, la cumbre de Sión y la Casa que es posesión de tus hijos. (Judit 9, 13)
¡Ven conmigo del Líbano, novia mía, ven desde el Líbano! Desciende desde la cumbre del Amaná, desde las cimas del Sanir y del Hermón, desde la guarida de los leones, desde los montes de los leopardos. (Cantar 4, 8)
Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán hacia ella (Isaías 2, 2)