Talált 628 Eredmények: creación de la mujer

  • Un hombre llamado Ananías, junto con su mujer, Safira, vendió una propiedad, (Hechos 5, 1)

  • Unas tres horas más tarde, llegó su mujer, completamente ajena a lo ocurrido. (Hechos 5, 7)

  • Entre los discípulos de Jope había una mujer llamada Tabitá, que quiere decir «gacela». Pasaba su vida haciendo el bien y repartía abundantes limosnas. (Hechos 9, 36)

  • Así lo hizo durante varios días, hasta que al fin Pablo se cansó y, dándose vuelta, dijo al espíritu: «Yo te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta mujer», y en ese mismo momento el espíritu salió de ella. (Hechos 16, 18)

  • Sin embargo, algunos lo siguieron y abrazaron la fe. Entre ellos, estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros. (Hechos 17, 34)

  • Allí encontró a un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia con su mujer Priscila, a raíz de un edicto de Claudio que obligaba a todos los judíos a salir de Roma. Pablo fue a verlos, (Hechos 18, 2)

  • Algunos días después, se presentó Félix con su mujer Drusila, que era judía. Él mandó a llamar a Pablo y lo oyó hablar acerca de la fe en Jesucristo. (Hechos 24, 24)

  • ya que sus atributos invisibles -su poder eterno y su divinidad- se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa: (Romanos 1, 20)

  • Del mismo modo, los hombres, dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución merecida por su extravío. (Romanos 1, 27)

  • Así, una mujer casada permanece ligada por la ley a su esposo mientras él viva; pero al morir el esposo, queda desligada de la ley que la unía a él. (Romanos 7, 2)

  • En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios. (Romanos 8, 19)

  • Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios. (Romanos 8, 21)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina